Cuarteles de Invierno posee ese amargo sentido del humor y esa ausencia de solemnidad que le permiten convertir la épica latinoamericana en farsa, la gran aventura en peripecia cómica y la naturaleza exuberante en un horizonte sombrío donde se encontrarán, para celebrar la última derrota, un boxeador y un cantor de tangos, únicos héroes posibles, patéticos y conmovedores, que sobrellevan el reverso de la realidad con tanta resignación como orgullo.