Este poeta desciende de una antigua familia francesa establecida en Florida. Su padre y su abuelo fueron militares y sólo lo delicado de su salud impidió que el poeta siguiese también la carrera de las armas. Al acabar sus estudios en la universidad de Yale, Stephen Vincent Benet estuvo viajando por Europa, sobre todo, por Francia, país al que amaba entrañablemente. Sus poemas y sus cuentos en prosa, en cierto modo, recuerdan a los de Alphonse Daudet, ofrecen una inspiración centrada casi exclusivamente en el amor ingenuo y épico por su país, su historia, la leyenda de su fundación y los ideales por los que ha combatido. Su fe —un poco la del carbonero— en los destinos de su país y de la democracia, ligados íntimamente en su espíritu, infunde a la obra poética de este autor un carácter y una resonancia épicas. El poeta canta a las figuras legendarias de la historia americana.