Agrupo en este libro, el primero, algunas de mis convicciones más cordiales. Todas ellas madradas en el época más viva de mi vida, la única, si así debo decir: mis días proletarios del destierro, hilvanados entre el diario y noble esfuerzo del pan cuántas veces sin sal, la joven sonrisa del optimismo siempre más grande que todas las fatigas, i las jornadas de esta lucha por acercar más cada día la estrella pentaradial de las esperanzas i justicias próximas, que reaccionarios e indiferentes se obstinan en llamar utopía. Pare el obeso criterio de Sancho todo generoso empeño el peligrosa i descomunal aventura, como para los indiferentes, cobardes de la vida, el no comprometerse es sabia fórmula de su modus videndi. Esto i los otros son nuestros únicos enemigos, i contra éstos i aquellos, nosotros hemos empuñado afirmaciones mas nobles i más viriles, hasta demostrarles que toda revolución es una utopía, excepto para los revolucinarios i menos para el devenir.