BICC, XII, -1957 RESEÑA DE LIBROS 283
JOSÉ TORIBIO MEDINA, Ensayo bio-bibliográjico sobre Hernán Cortés.
Obra postuma. Introducción de Guillermo Feliú Cruz. Santiago
de Chile, Fondo Histórico y Bibliográfico José Toribio Medina,
1952. 243 págs.
A la paciente y atinada investigación de José Toribio Medina, el célebre bibliógrafo, historiador, crítico y escritor chileno se debe esta obra
postuma, publicada por el Fondo Histórico y Bibliográfico que lleva su
nombre. Medina comenzó este trabajo en el año de 1929, en su último
viaje a Europa, mientras visitaba los archivos y recogía, autenticaba y
copiaba los escritos de Hernán Cortés (pág. 16). A su regreso de Europa permaneció en Santiago de Chile, en donde dedicó los últimos días
de su vida a la elaboración del libro que comento. Lo sorprendió la
muerte antes de que hubiera concretado su plan y escogido la ruta que
debía seguir para desarrollarlo. En este estado quedó la obra hasta que
cayó en manos de Guillermo Feliú Cruz, Director de la Biblioteca Nacional de Santiago de Chile, encargado de hacer la primera edición.
Feliú Cruz planteóse el problema con exactitud y lo resolvió acertada
y elegantemente. No pretendió suplir a Medina fijando el plan, ni determinando el método, sino que se limitó a ordenar cronológicamente
la documentación cortesiana de Medina
1
.
En el conquistador de Méjico, como en el fundador de Bogotá, hubo
a la vez un guerrero heroico, que dejó el recuerdo de grandes hazañas,
y un varón de letras, de la época renacentista. Sin embargo, el primero
ejecutó hazañas tan admirables como para influir en el ánimo de eminentes escritores de distintas partes del mundo civilizado que relataron
su epopeya. Esto lo ha hecho universal, y quienes se han ocupado en
él lo han exaltado muchas veces hasta la exageración (págs. xiv-xv).
Por otra parte, el Marqués del Valle como escritor ha sido comparado
con Julio César por jueces literarios de indiscutible competencia. Pero
ninguno de tales aspectos del conquistador de la Nueva España ha sido
investigado de manera completa, si bien existen estudios bibliográficos
y bio-bibliográficos iniciales, provistos, algunos de ellos, de introducciones sabias, y enriquecidas con los resultados de nuevas investigaciones,
que satisfacen las exigencias científicas a la vez que estimulan a los eruditos que en distintos países se dedican a los estudios cortesianos. Sobresalen en este género de estudios e investigaciones bibliográficas José
Toribio Medina, Joaquín García Icazbalceta y Guillermo Feliú Cruz,
escogido con atinado criterio para escribir la introducción de la obra
postuma de Medina. Me he abstenido de citar las obras y autores que
1
No he querido — escribe Cruz •—•, deliberadamente, darle un plan a la obra,
porque tal como estaban los manuscritos, el señor Medina parece quería ceñirla a
uno cronológico general, sin hacer clasificaciones de otro género" (pág. xxm).
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han escrito sobre las hazañas de Cortés, y los hombres y juicios que han
determinado el valor de sus relaciones para remitir al lector al estudio
de Cruz que es el más completo que conozco.
Digamos ahora que la obra de Medina trata exclusivamente de la
bio-bibliografía de Hernán Cortés y que sirve de guía segura a quienes
deseen estudiar todos los aspectos heroicos y literarios del eminente conquistador y descubridor español. Está ajustada al método cronológico,
y desarrollada con la precisión que suelen usar los grandes y apasionados eruditos. Allí están descritas todas las fuentes en donde corren publicadas las cartas, documentos y relaciones de Cortés conocidas hasta
hoy, y allí contestan a lista todos los autores que han cultivado los temas cortesianos. De ahí, pues, que la obra de García Icazbalceta sea
menos completa que la de Medina y esto es explicable, por el avance
de las investigaciones en el discurso del tiempo transcurrido entre la
publicación de las dos obras. Sin embargo, conserva y conservará siempre su gran valor, en razón del método, que a juicio de Cruz, es el
mismo de Medina, y del entusiasmo y del talento con que el autor desarrolló el asunto.
Desde tiempos ya bastante antiguos se ha manifestado en Chile de
modo constante un espíritu muy digno de aplauso en pro de la cultura
en general. Allí fue don Andrés Bello a servir a la Universidad y realizó
una obra que se extendió por toda la América Hispana. Allí florecieron legiones de gentes que fundaron una tradición llamada a conservar
el cultivo de todo género de artes, ciencias y letras, y en ese medio,
propicio para la formación de investigadores, no podía faltar un lugar
para el desarrollo de hombres como Medina y Feliú Cruz, dotados de
inclinaciones nobles que los impulsaron a escrutar los antecedentes de
la historia de los descubridores y conquistadores que trasplantaron la
cultura del mundo viejo al nuevo. Esta historia está fundada en millares
de documentos que andan dispersos por el mundo; pero el interés que
suscita es mayor cada día en todos los círculos de cultura.
La obra de Medina, en este sentido, es de inmensa utilidad porque
trae noticias sobre muchas cuestiones, que no se conocían y se buscaban, y señala a los investigadores numerosos y muy variados derroteros
por donde pueden avanzar en la seguridad de conseguir resultados importantes. De ahí que la obra de Medina lo mismo que la introducción
de Feliú Cruz sean fundamentales en la historiografía americana. Son
el comienzo de un trabajo que era y es necesario para conocer pormenorizadamente los orígenes de la cultura mejicana y la obra de Cortés
y de las personas que lo rodearon. La obra postuma de Medina es hoy
ya un libro de consulta obligada, y se hará más imprescindible con el
andar de los tiempos, por la imparcialidad, la exactitud y la penetración con que el autor cumplió su tarea.
FERNANDO CARO MOLINA