En cien años transcurridos, los venezolanos han tratado de borrar las sombras que la conducta de sus antecesores, para con el preclaro hijo de Caracas y su obra, echó sobre ellos. Pero, como un acto de justa reparación, es preciso que se multiplique el culto al Libertador. Hay cien medios de hacerlo en forma eficaz y fecunda. Sus pensadores e historiadores tienen la suficiente sagacidad e imaginación para encontrarlos y señalados.
Bolívar llamó a los venezolanos "beneméritos y amados compatriotas de los granadinos”. A Caracas la calificó de "Cuna de la Independencia". (Manifiesto de Cartagena). Después los venezolanos lo persiguieron despiadadamente hasta precipitarlo a la tumba.
Nobleza obliga! Pues que hoy se demuestra con hechos magnificantes que Venezuela, que fue al mismo tiempo Madre e Hija de Bolívar, deplora lo acontecido y tiene orgullo máximo en haber producido ese superhombre providencial, llamado con frecuencia semidios.
El exclamó adolorido en ocasión infeliz: "Yo no tengo patria”. Sinembargo hoy está reconocido y venerado como el LIBERTADOR Y PADRE DE SEIS NACIONES AMERICANAS!
Ya esto constituye un elocuente acto de reparación....
Don Pedro I, Emperador del Brasil, al reconocer con satisfacción que su patria había participado en las bendiciones que brºtan las acciones del Libertador, lo llamó "El hombre más grande del Nuevo Mundo”.
"Después de Dios -exclarna Villanueva el único que ha creado de la nada”.